Reconstrucción mamaria

Trata de reparar las secuelas causadas por la eliminación de los tumores malignos de la mama y en algún caso, a situaciones de falta de desarrollo de origen congénito.

Resumen
A partir de 18 años
1-10 h de cirugía
Anestesia general (habitualmente)
1-5 días de hospitalización
15-30 días de recuperación
El proceso
Existen dos candidatas ideales, aquellas que solicitan una reconstrucción inmediata, es decir, en el mismo acto que la cirugía oncológica y aquellas que la realizan diferida, es decir, las que sufrieron la cirugía oncológica de la mama previamente.
Aunque la radioterapia, complica y dificulta la reconstrucción y empeora, frecuentemente los resultados, no es en sí contraindicación para la reconstrucción mamaria. Eso sí, tanto la radioterapia como la quimioterapia es mejor que hayan finalizado, o aun no hayan comenzado.
Se le plantearán las posibilidades reconstructivas ya que actualmente son muy amplias: desde la expansión, los implantes, las mallas biológicas, la reconstrucción prepectoral, la reconstrucción con tejidos autólogos con o sin transporte microquirúrgico, etc.
Una vez seleccionado el método reconstructivo se le expondrá un plan completo de reconstrucción con pasos a dar, tiempos previstos, características de cada cirugía etc.
En el caso de no realizar, en nuestro equipo alguna técnica, sin duda le recomendaremos un equipo o cirujano de referencia
Es absolutamente dependiente de la selección del camino reconstructivo por lo que sólo podemos darle unos mínimos datos; por ejemplo la reconstrucción con expansores precisa de dos intervenciones que pueden efectuarse con o sin ingreso y de 1 a 2 horas cada una y por ejemplo el lipoinjerto es una técnica ambulatoria, de una hora de duración aproximadamente que puede requerir más de una intervención (depende de la cantidad de grasa precisa y de la situación previa de los tejidos).
Por el contrario la reconstrucción con tejidos autólogos precisa de intervenciones e ingresos hospitalarios mucho más prolongados.
Todo esto se imbrica con el hecho de si se trata de una reconstrucción inmediata, es decir en el acto de la cirugía oncológica, puesto que lógicamente prolongaría las intervenciones y las estancias o si se trata de no inmediata en que las duraciones de cirugías e ingresos no se ven afectados por la intervención previa.
Al igual que en caso de la intervención, el postoperatorio es absolutamente dependiente del camino reconstructivo elegido y de su etapa.
Existen unas normas comunes pero a cada paciente se le entregan instrucciones personalizadas y se efectúa un seguimiento muy cercano de su evolución.
Los riesgos son los propios de la cirugía y la anestesia, y los propios de cada uno de los procedimientos posibles.
Se le informará de todos ellos antes de iniciar el proceso reconstructivo dado que en la Clínica Valero creemos que no sólo el proceso del consentimiento facilita su elección y cumple un imperativo legal, sino que permite, al conocer los riesgos, poner también por su parte, las medidas posibles para reducirlos al máximo.
Sufrir una cirugía oncológica de mama es un proceso con una importante repercusión en el estado de salud física y mental de la paciente pues en muchos casos se trata de una cirugía mutilante y, por tanto, psicológicamente tremendamente dolorosa.
La reconstrucción mamaria le ayudará a recuperar el área lesionada y en general, si sus expectativas son razonables, mejorará de forma muy importante su calidad de vida
Preguntas frecuentes

¿Es una cirugía difícil o de alto riesgo?
En general no lo es aunque varía mucho según el procedimiento seleccionado.

¿El proceso es doloroso?
Tendrá molestias propias de la cirugía, o de la expansión cutánea, pero serán controlables con medicación analgésica habitual.

¿Es recomendable?
Sólo usted puede decidir si reconstruir su mama pero nosotros podemos asegurarle que la calidad de vida estadísticamente mejora de forma muy importante en las pacientes reconstruidas.